Capítulo 41

En el capitulo anterior...

- ¡Irene!- oí que llamaban tras de mí. 

Oír ese nombre en ese país, no era muy común así que me giré esperando encontrarme a mi amiga cerca, pero solo vi a un chico corriendo con ropa de deporte, unas gafas de sol oscuras y una gorra que le cubría la cabeza y dejaba entre ver un pelo rubio oscuro. 

- Oh, no eres Irene- comentó mientras me sacaba las gafas de sol. 

- Me parece a mí que no- me reí. Entonces se sacó la gorra y las gafas- ¿Louis?- pregunté incrédula al ver que esos mechones rubios estaban pegados a la gorra y me fijaba en esos ojos que siempre me habían encantado. Bueno, era una fanática de los ojos de colores extraños. 

- Shh... Lara no grites- me dijo volviéndose a poner esa extraña gorra y sus gafas de sol a la vez que yo hacía lo mismo- ¿donde ibas?

- De hecho a vuestra casa, pero estoy un poco perdida. 

- Estás cerca, solo has recorrido dos calles de más. Yo estaba corriendo un rato no tengo nada que hacer hasta tarde. 

- Yo debería ir a correr un día de estos por aquí, pero no sé si Sandra o Irene me acompañarán.

- ¿Me está incitando a que la invite a correr conmigo, señorita?

- Puede...- respondí riendo- pero la verdad es que no me había planteado eso. 

- Pues entonces, ¿te apetecería venir conmigo algún día?

- Me encantaría.

- Pues no se hable más, la próxima vez te llamo antes. ¿Quieres que te acompañe a casa?

- Si, por favor, no quiero volver a perderme. 

- Pues sigue mi ritmo si puedes- dijo empezando a trotar un poco.

- ¡Eh! No corras- me quejé viendo que cada vez aceleraba. Por suerte, mis fieles converse no iban a decepcionarme ahora y cuando le alcancé volvió a aminorar el ritmo. Cinco minutos más tarde llegábamos a la casa que había estado buscando. 

- ¿Ya te has cansado Louis?- oí a Harry preguntar desde dentro.

- No, traigo a una pobre chica perdida- respondió cerrando la puerta tras de mí. Harry salió del salón a saludar.

- ¿Te has vuelto a perder Irene?

- Y dale con Irene, que no soy Irene- me quejé riendo mientras me sacaba las gafas de sol.

- Joder, ¿por qué os tenéis que parecer tanto?- se quejó esta vez él. 

- ¿Quieres algo de beber?- me preguntó Louis yendo a la cocina. 

- Agua por favor, esa microcarrera me ha hecho venir sed.

- ¿Habéis estado corriendo?- preguntó Harry sin entender.

- Lou, que se me ha escapado el muy capullo.

- Eh, vigila con esa boquita o te la tendremos que lavar con jabón. Toma, tu agua.

- Pues si me tengo que encontrar a chicas guapas perdidas, la próxima vez me apunto contigo Lou- se rió Harry a lo que le saqué la lengua. 

A la hora acordada, Ashley estaba llamando a la puerta. Fuimos a abrir yo y Harry corriendo, al final llegó él antes y Ashley nos miró como si estuviéramos locos. Bueno, no podía culparle de algo que era verdad. 

Sobre las once y media, nos encontrábamos los cuatro frente al gimnasio esperando a que los espectadores del partido de baloncesto salieran. Entramos dentro y la chica de recepción se quedó mirando a los dos chicos guapos que nos acompañaban. Carraspeé para llamar la atención y le informé de a que veníamos. 

Hizo una llamada y a los dos minutos, una mujer vino a recibirnos.

- Hola, buenos días. Vosotros debéis ser los amigos de Irene ¿verdad?

- Exactamente, Irene vendrá en un rato, pero a nosotros nos gustaría ir adelantando la faena. 

- Pues me temo que tendréis que esperar una media horita o así, ahora mismo está el servicio de la limpieza ahí acabando de limpiar todo.

- De acuerdo, muchas gracias- respondí.

- Perdone- dijo Ashley- ¿hay desde ahí alguna puerta o salida de emergencia que dé a la calle?, para entrar las cosas más fácilmente y no tener que cruzar por aquí la entrada todo el rato. 

- Si, por supuesto, venid, que os lo muestro. 

Nos hizo pasar hasta ahí donde, como había dicho antes, había gente limpiando y un hombre pasaba una maquina por la pista. Nos condujo hasta el otro lado y nos mostró una puerta de emergencia que daba a la calle. 

- Vigilad, porque solo se puede abrir desde dentro, si alguien se queda encerrado fuera, tendrá que dar toda la vuelta o que alguien abra desde dentro.- Algo que tendríamos que tener en cuenta más tarde, seguro.- pero podéis enganchar las puertas por aquí fuera y ya está. 

- Pues muchísimas gracias de nuevo- nos despedimos. 

- ¿Voy a buscar el coche y lo traigo aquí delante?- preguntó Louis. 

- Te acompaño- se animó Ash.

- Pues entonces yo y Lara nos quedamos aquí... Contemplando un partido imaginario.

- Serás bobo- me reí- vamos a la entrada a ver si llega alguien. 

Nos sentamos en un sofá en la entrada bajo la mirada de la chica de recepción. Me estaba empezando a molestar.

- ¿Harry tienes una fregona?

- No, ¿para qué?

- La de recepción va a hacer un charco al final. 

- Pero serás tonta- nos reímos mientras Harry me revoloteaba el pelo.

- ¡Eh!- me quejé mientras le hacía lo mismo y después me volvía a colocar bien el pelo. 

Con un movimiento de los suyos que todo el mundo adoraba se volvió a ordenar el suyo.

- Oye, ¿y tú tienes favorito de nosotros?- me preguntó como si nada.

- ¿Y esa pregunta?

- ¿Y mi respuesta?

- Sí, tengo.

- Pues por curiosidad. ¿Y quién es si se puede saber?

- Ahh... No te lo diré.

- Pues lo adivinaré. Ya verás.

- Venga, va, di, haber si aciertas.

- Mmmm... ¿Louis?

- Harry, mejor dedícate a cantar, lo de adivinar no es lo tuyo. 

- Vale, vale, solo probaba.

- ¿Liam?- negué con la cabeza- Niall- repetí el mismo gesto riendo- ¿me vas a decir quién es si lo acierto?

- Nop- y empecé a reírme. Aunque Irene no me había contado la manía de Harry de hacer cosquillas a la gente, y no había nada en el mundo peor para mí que las cosquillas. Empecé a retorcerme tumbada en el sofá y con Harry casi encima sin parar de hacerme cosquillas.

- Para, para Harry, por favor.

- ¿Me lo dirás?- preguntó amenazadoramente mientras paraba unos instantes. Yo como respuesta sonreí y volví a negar con la cabeza, aunque eso supuso que el chico de ojos verdes empezara de nuevo con el ataque. 

- Vale, vale, era Zayn- respondí para que parara de golpe. 

- ¿Zayn? Pero si sale con Irene. 

- ¿Y? ¿En qué momento eso implicaría que no pudiera ser mi debilidad?

- Ah, no, claro, claro. ¿E Irene lo sabe?

- Lo sabe, pero que fuese mi debilidad no impidió que él se enamorara de ella y viceversa. Porque haber, por ejemplo, que una chica tenga como debilidad Zayn, no quiere decir que, en el caso que os conozca, Zayn vaya a enamorarse de ella, quizás por ejemplo eres tu quien lo hace, o Louis o cualquiera, y puede que aunque su chico favorito fuera Zayn, terminara enamorándose de ti por ejemplo. Y aquí puedes ponerle todas las combinaciones posibles. Lo que se espera y lo que acaba pasando son cosas muy distintas.

- Bueno, si claro- me respondió- mira a Irene por ejemplo dijo que yo había sido su debilidad des del principio, ¿cierto?- asentí- y ahora está con Zayn...

- Exacto, aunque posiblemente siga teniéndote como favorito- comenté. 

- Hablando de la reina de Roma...- comentó mientras se levantaba e iba corriendo hacia Irene que acaba de entrar por la puerta junto con Andrew. Yo me levanté y fui a saludar a mi amigo. 

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Había dejado a Vero y Vicky a cargo de sus respectivas parejas, les había indicado como iríamos vestidas nosotras y los chicos para que se hicieran una idea y Andrew y yo pusimos rumbo al gimnasio, el partido estaría acabando en esos momentos. 

Aparqué la moto como siempre y entramos dentro. Mi intención era preguntarle a mi amiga, la chica de recepción, donde estaba el resto. Pero tan solo entrar por la puerta, vi a Harry dejar a Lara en el sofá y venir corriendo a abrazarme. Desde la charla de anoche que ya había vuelto a la normalidad, aunque todavía no había descubierto que le había pasado para estar de esa forma conmigo. 

Lara se acercó a saludar a Andrew y fuimos todos hacia la pista. Cuando llegamos, nos encontramos a Louis con Ashley jugando con una pelota de baloncesto. 

Vi que las luces y el decorado estaba apoyado en un pequeño muro que separaba la pista de la gradería. 

- ¡Irene!- oí que me llamaban. 

- Hola Susan, iba a buscarte ahora. 

- Veo que ya estás aquí, venía a avisaros de que ya estaba todo limpio, pero veo que ya lo habéis comprobado. Yo y la chica de recepción nos vamos ya, estaba esperando a que vinieras para darte las llaves. Ya podéis empezar a montar lo que queráis. Ven conmigo que te explico algunas cosas.

- De acuerdo, un segundo- me giré hacia esos- Chicos, ya habéis oído, podéis empezar, yo ahora vuelvo.

- Primero de todo, me gustaría que entrarais y salierais por la puerta de emergencia que les he mostrado a tus amigos, esta es la llave para abrir desde fuera- y me tendió la primera llave- prefiero que lo hagáis por ahí antes que por la entrada principal, por si acaso, lo tendréis más controlado y así no puede entrar nadie más. Después, me comentaste que necesitaríais la pantalla, vamos, te que llevo a la sala de luces y sonido.- Subimos las graderías y por un pasillo, se llegaba a la sala que me acababa de mencionar. Desde ahí se veía toda la pista. - aquí tenéis para la música, este panel son los focos de colores que prefiero que no toquéis, y con este ordenador se controla la pantalla gigante. Todo lo que sale en esta pantalla, sale ahí fuera. Cuando os vayáis aseguraos de cerrar todas las luces y la puerta.

Después de darme algunas instrucciones más, ella se fue y yo volví con los chicos para empezar a preparar la fiesta.  

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Voy rápido antes de irme a estudiar, no se que deciros jajajaja es cortito y aburrido, y bien, vuestras ideas de quien podria ser el chico que llamaba a Lara... me reí un buen rato con ellas, todo el mundo pensando en rubios cuando era una simple peluca jajaja

Lo mejor para mi del capitulo, la explicación de las debilidades de Lara. Venga que queda poco para la fiesta, nos erá en el siguiente, en el 42 pasarán cosas "importantes" pero al 43 ya si que llega la fiesta, tengo ganas de que lo leáis, quizás lo subo el viernes o si no será el lunes.

Lo dicho, espero vuestros comentarios y eso :)

Besos <3