martes, 30 de abril de 2013

Capítulo 3


En el capítulo anterior...

- Ei pececillo que te parece quedar mañana sobre las cuatro, paso a buscarte con el coche por tu casa y vamos a lo que hemos quedado. Que duermas bien y descansa que mañana te espera un día atareado - leyó Fran haciendo el tonto- Oh, qué bonito ya tienes mote y todo. ¿Y qué pensáis ir a hacer? Eh pillina que te conozco… ¡Pero espera!- dijo alarmado y divertido a su vez- hace dos años que no tienes novio, no se te habrá olvidado como besar ¿verdad? Puedo darte unas clases por 25€ y es poco eh que las practicas no molan demasiado.
- ¡FRANCISCO! dame el puto móvil ya y vete a la mierda.
- Tú te lo pierdes, según dicen las chicas, beso bien. Toma tu móvil, ya he cotilleado suficiente. 
Me dio el móvil y se fue. Demasiado fácil había sido. 
- Y que sepas que aquí los euros no te servirían de mucho- le dije sacando la cabeza por la puerta que daba al pasillo por el que él se alejaba
- ¡Anda calla! Y buenas noches "pececillo"- me respondió  girándose hacia mi antes de entrar a su habitación mientras se reía a carcajadas. Un día de estos lo mataba. 

Me tumbé en la cama y leí el Whatsapp de Niall varias veces antes de acordarme que tenía que responderle. 
"Por mi perfecto. Aquí te espero. Buenas noches irlandés :)"

Dejé el móvil en la mesilla, puse Take Me Home en aleatorio y quedé dormida escuchando sus voces. Aun sin poder creer que les había conocido. Y que al día siguiente iba a pasar una tarde de sueño con uno de ellos.



Me levanté, era temprano todavía, pero estaba bastante emocionada y no podía volver a dormir. Fui hacia el cuarto de baño y me metí bajo el agua caliente de la ducha. Me demoré un buen rato, relajándome y meditando. Al salir, ya vestida y arreglada, vi a mi madre bajando a desayunar y me uní a ella. 
Una hora más tarde me encontraba en el autobús con ella y Fran dirección al instituto.
Estaba nerviosa, llegar a medio curso, tener que adaptarme, las clases en inglés, conocer a gente nueva...


Y me encontraba en frente de una puerta marrón, con un pequeño cristal en la parte superior, en este, estaba escrito en letras mayúsculas "Dirección". Mi madre se adelantó y dio un par de suaves golpes con los nudillos de los dedos en la puerta. Unos segundos más tarde oímos una voz prominente de dentro que nos indicaba que pasáramos. 
- Buenos días, soy la directora Demetriou, encantada- nos tendió la mano a mi madre, mi hermano y finalmente a mí. 

Empezó a relatarnos los horarios, las clases, un poco de la historia de la escuela, instituto e universidad. Era realmente inmensa, como había podido comprobar para llegar al despacho donde me encontraba en ese momento, sentada en una cómoda silla mascando un chicle de fresa. La directora, una mujer de unos cincuenta años, con gafas de pasta cuadradas colgando de su cuello con una fina tira metálica, castaña con alguna que otra cana que iba apareciendo y los ojos azules, siguió explicando las normas de convivencia hasta terminar. También estuvo repasando nuestras anteriores notas. Fran había repetido un curso, 1º de la ESO, yo también, ese mismo año, haciendo 2º.

Ese año fue un mal año, murieron mis abuelos con los cuales estábamos muy unidos. A raíz de eso, Fran empezó a sufrir de sobrepeso, se pasaba el día comiendo chucherías, bollería, chocolate, cualquier porquería, además pasaba el tiempo encerrado en casa jugando a videojuegos o viendo la tele. Mis padres no estaban apenas en casa por el trabajo y a mí no me tenía el suficiente respeto para hacerme caso. Llegó un momento en que, cuando conseguí que se diera cuenta, era demasiado tarde, no quería ir al instituto por las burlas de sus compañeros, tampoco quería salir a la calle por vergüenza propia. Después de estar a dieta un tiempo, tuvo que terminar casi un mes en el hospital. Yo estuve con él todo el tiempo que no me quitaban las clases, mis padres trabajaban y era la única que podía hacerle compañía. Aun lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Lo pasé muy mal esa época, salía de la escuela e iba hacia casa para prepararle la comida, yendo con él al gimnasio y a la piscina, a correr por el parque… En apenas dos años, conseguimos que recuperara su peso normal. Y ahora, era todo lo contrario que entonces. Iba al gimnasio por lo menos tres veces a la semana, cuando yo entrenaba a los niños en la piscina él venía conmigo y se pasaba el rato nadando. Incluso creo que desde entonces no le he visto comer nada que no fuera sano y es que yo lo pasé mal todo ese tiempo, pero él lo pasó peor. Pero nos costó un curso.


- Y por último- dijo la directora terminando el discurso que apenas escuché y, agachándose a un lado de su silla, cogió algo del suelo- está prohibido mascar chicle- añadió acercándome una pequeña papelera mirando hacia mí con una mirada severa. Me ruboricé y saqué mi chicle de la boca para depositarlo en el contenedor. 
- Lo siento- me disculpé.
- A las cinco infracciones será expulsada una semana, tiene suerte de que esta no cuente todavía.- Mi madre me miró seriamente y agaché la cabeza. Acto seguido la señora Demetriou continuó- para el tema de los uniformes tienen que ir a mirar las tallas a esta dirección- nos tendió un papel- el segundo bimestre empieza el lunes que viene, hasta entonces tienen tiempo. Y yo ya no tengo nada más que decirles. ¿Tienen alguna pregunta?
- Nada más.
- Entonces hasta pronto- se levantó de la silla y nos acompañó a la puerta del despacho- si tienen algún problema o duda, aquí me pueden encontrar. Señora Sánchez- inclinó la cabeza tendiéndole la mano a mi madre, después repitió el mismo proceso con mi hermano y por último conmigo mirándome no muy amigablemente. 

Salimos de ahí, recorrimos un largo pasillo hasta la entrada del instituto, había muchos pasillos que se cruzaban, escaleras, puertas y más puertas.
Seguro que me pierdo, esto es inmenso, y solo he visto una pequeña parte, pensé.
Volvimos a coger el bus que paraba en frente de la escuela y volvimos a casa, había una parada cerca, creo que un poco de suerte no me venía nada mal. 


Después de comer, demasiado pronto para mí gusto, pero habría que acostumbrarse a los horarios ingleses, fui a mi habitación y me tumbé en mi cama con el iPod y miré el móvil, Niall me había mandado un Whatsapp. 
"¿Qué tal te ha ido la mañana? No muy entretenida, seguro. Tranquila que yo te arreglo el día :)"
Le respondí:
"Ya tengo ganas de que llegues, voy a imprimir unos cuantos currículos"
Me levanté y fui hacia el despacho. El ordenador y la impresora estaban ya enchufados e instalados desde hacía unas horas. Volví a mi habitación a coger el USB y el móvil que había dejado, Niall había respondido. 
"Yo también tengo ganas de verte, me estoy aburriendo un poco, aunque con estos cuatro no suele pasar a menudo"
"Jajajaja estoy segura de que no :)"
Hice unas cuantas copias del currículum y bajé al salón donde estaba mi hermano tumbado en el sofá viendo una película.
Mis padres se habían ido a una entrevista con su nuevo director, al fin lo conocerían después de tantas llamadas y correos. Ese hombre era el culpable de que yo tuviera que rehacer mi vida. Al instante sentí que ya lo odiaba. 

A las cuatro en punto estaba saliendo de casa, despidiéndome de mi hermano el cual se había quedado dormido en el sofá. Revisé que lo llevara todo, el bolso, los papeles, las llaves, el iPod y el móvil. Me había vestido con una camisa de color blanco, unos tejanos y unos zapatos un poco elevados, me puse la chaqueta y apliqué un poco de pinta labios rosa claro, mirándome en el espejo de la entrada, y salí a la calle. Niall me esperaba apoyado en el coche negro, me abrió la puerta del copiloto y se dirigió a la suya, até mi cinturón y nos pusimos en marcha. 



Eran las siete y media, estábamos en un Starbucks. Habíamos recorrido buena parte de piscinas, gimnasios, varios centros deportivos y ya habíamos terminado. 
Terminé mi Frapuccino mientras charlábamos. La tarde había estado estupenda. Estuvimos por un parque del cual no recuerdo el nombre para descansar un rato antes de volver a coger el coche para ir a otro lado, Niall conducía, atento a la carretera, se le veía feliz, íbamos hablando de trivialidades, su vida, mi vida, etc. 

Pero yo ahora estaba un poco preocupada, no me habían llamado de ninguna piscina, vale, seguramente era excesivamente pronto, pero yo tenía ganas de que la llamada llegara ya. 
- Eh, ¿qué sucede?- me preguntó Niall sacándome de mis pensamientos. 
- ¿Y si nadie llama?
- Entonces... Te contrataremos nosotros como diseñadora de vestuario. 
Echamos a reír los dos, en ese momento mi móvil empezó a sonar. Impaciente empecé a buscar en el bolso, ¿dónde estaba?, empecé a sacar cosas y más cosas, pero el móvil no aparecía, hasta que me di cuenta de que lo llevaba en el bolsillo del pantalón. Lo saqué y descolgué mientras Niall se reía de mí y yo le sacaba la lengua a modo de burla. 
- Irene Sánchez- respondí. 
 "Irene"
- Ah, hola mamá- mi felicidad se fue de pronto, Niall seguía riendo, esta vez con más fuerza, le indiqué con la mirada que callara, pero siguió riendo. Me gustaba su risa, era contagiosa, pero tuve que reprimir las ganas de reír. 
 "Tu padre y yo vamos a una cena con la empresa, no sé cuando volveremos, seguramente tarde, hazle la cena a tu hermano y no vuelvas muy tarde a casa."
- De acuerdo mamá. Divertiros. Te quiero. 
 "Un beso"
Colgué y miré a Niall, ya había parado de reír y me miraba interrogante levantando la vista de su móvil. 
- Mi madre y mi padre se van a una cena con la empresa, tengo que volver a casa a prepararle la cena a mi hermano si no queremos que se incendie la casa. Deberíamos volver ya, lo siento. 
- No te preocupes, vamos, los chicos están en casa de Sonny y Nico.
- ¿Sonny es el novio de Nico?- pregunté. 
- No- dijo Niall volviendo a reír- es su hermano. 
- Ah, vale… genial… pues… de esto, ¿vamos?

Más tarde estábamos en casa, entré y Niall me siguió.
- Enano, estoy en casa- grité. No obtuve respuesta.- ¿Dónde se habrá metido esta vez?- mascullé. 
Subí a su habitación, pero ahí no estaba, Niall me seguía. 
- ¿Puedes bajar y mirar si está en el jardín?
- Claro
Mientras Niall bajaba, miré en el despacho, nada. En las dos habitaciones del piso de arriba no estaba, tampoco en el baño.
¿Dónde coño se había metido el tonto ese? Bajé y me encontré a Niall en el salón. 
- Nada, aquí no está, ni en la cocina ni en el jardín. 
- Joder, ¿dónde está?- empezaba a preocuparme, saqué el móvil del bolsillo y marqué su número. Su tono de llamada sonó cerca. Niall se agachó hacia el sofá y sacó su móvil de entre los cojines. 
- Mierda, mierda y más mierda. ¿Qué le digo ahora a mi madre? Hola mamá, nada que mi hermano ha desaparecido, si, el segundo día de estar aquí. 
- Eh, tranquilízate, lo encontraremos- me animó Niall abrazándome. 
- ¿Dónde puede haber ido? ¿Y si lo han secuestrado?
- Irene, cálmate, tiene casi dieciocho años, puede arreglárselas solo, debe haber salido a dar una vuelta, ya volverá. Déjale una nota en la entrada y vámonos allá delante que están los chicos y Nico. 
- De acuerdo- me intenté convencer de sus palabras, pero mi intuición me decía que algo iba mal. 



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Hola aquí vuelvo a estar yo @LiaLouHaZaNia con el tercer capítulo, espero que os haya gustado. ¿Que os parece la nove? ¿Que ha pasado con Fran? Lo sabréis en el próximo capítulo, quizás soy buena persona y lo subo el viernes para que no esperéis demasiado jajaja
Este capitulo ha sido un poco aburrido y con cambios de última hora porque he tenido algunos problemas con las edades y los apellidos, si os contara tendría para rato y no quiero aburriros. Así que me despido ya, el siguiente será más emocionante ya veréis. 
Espero vuestros comentarios por aquí, Twitter, Tuenti, Facebook o Ask (como siempre, en el apartado de CONTACTO). Y si queréis que os avise cuando suba los siguientes, solo decírmelo y os apunto a la lista :)
Adioos

martes, 23 de abril de 2013

Capítulo 2


En el capitulo anterior...

- Eres Liam Payne - susurré. 
- Si, ese soy yo, encantado. Por cierto, ¿cuál es tu nombre?
- Irene, Iri para los amigos. 
- Uf Liam, has tenido suerte, que no se ha puesto a chillar - bromeó su amiga - Encantada, soy Nicole, o Nico para los amigos - Le sonreí. Empezaba a pensar en que quizás no todo iba a ser tan malo como me imaginaba.

Mi móvil empezó a sonar con Live While We're Young. Respondí, antes de que mi tímpano casi estallara por la respuesta que obtuve.


"¡¿Irene, se puede saber dónde estás?!"
- Mamá que me he perdido, pero he encontrado a unos chicos, que pueden guiarme. Tranquilízate. En un rato estoy en casa. 
"¡Ya puede ir siendo cierto si no, prepárate para la bronca que te va a caer señorita!" Luego colgó. 
- Ven, vamos - me dijo Liam quien había oído los gritos de mi madre - cuando antes lleguemos antes podrás volver. 
Llegamos a una casa grande. Dentro parecía que hubiera montada una enorme fiesta, pero ahí solo había cuatro chicos, que junto con el que acababa de llegar formaban la boy band más famosa del momento. One Direction. 

- Chicos, escuchadme - dijo Nico llamándoles la atención, agarrándome de la mano mientras me estiraba dentro de la sala a la cual me daba vergüenza entrar - ella es Irene. Vive delante de mi casa y bueno que ahora nosotras nos vamos que ella tiene prisa que su madre está un poco enfadada porque se ha perdido - me sonrojé y bajé la mirada. Cuando la levanté, vi a los chicos mirándome. 
- Hola - saludé tímidamente. 
- Hola, soy Niall - dijo el irlandés levantándose del sofá y viniendo hacia a mí a darme un abrazo - A partir de ahora eres amiga nuestra, las amigas de Nicole son nuestras amigas - sonreí antes de que Zayn le apartara de un empujón de delante de mí. 
- Soy Zayn, encantado de conocerte - luego me dio dos besos y dejó paso a Harry que me saludó de la misma forma. 
Luego alguien vino detrás de mí y le tapó los ojos a Nicole.
- ¿Quién soy?
- ¿Quien ibas a ser?, mi chico preferido. No es que no os quiera a vosotros cuatro eh, no os pongáis celosos. 
- Si algunos ya lo están - dijo Louis riendo y destapándole los ojos. 
- Lou, te presento a Nico antes de que nos vayamos. 
- Encantada
- Igualmente. Oye ¿queréis que os lleve con el coche? - nos preguntó.  
- A mi me harías un gran favor - contesté. 
- ¿Alguien te espera? - preguntó curioso el castaño. 
- Si - respondí
- ¿Quien quien? - Dijo Louis dándome un par de codazos sonriendo pícaramente - bueno, no se hable más, vamos, que os llevo y será un momento. 
- Vengo con vosotros - añadió el rubio. 
- Perfecto - dijo Nicole. 
Nos dirigimos otra vez a la entrada después de despedirnos. Cogí la correa de Chispa que corría animadamente por el jardín, la llamé y la até. 
- Louis, perdón, no te había comentado que mi perra también venia - me disculpé. 
- Pues que vaya andando, en el coche no entra - me respondió serio de repente. 
- En ese caso ya voy yo también andando – dije volviendo a cerrar la puerta del coche que acababa de abrir. 
- Que es broma, no pasa nada, éntrala. 
Nico se sentó en el sitio del copiloto y empezó a entablar una animada conversación con Louis, mientras, Chispa sentada en el sillón del medio, me separaba de Niall. 
Este se puso a rascarle por detrás de las orejas y ella empezó a ronronear. Él rió contagiándome la risa. 
- ¿Cuánto tiempo tiene? - me preguntó Niall de improvisto. 
- No lo sé del cierto, poco más de un año. Nos la encontramos abandonada, sentada en un banco esperando supongo, a que su dueño volviera. Estuve con ella un buen rato y después me la llevé a casa, fui durante un par de semanas siempre a la misma hora a ese banco a ver si alguien pasaba a buscarla pero nadie lo hacía así que al final fue como uno más en la familia. 
- Pobrecita - respondió acariciándola. 
- ¿Louis, falta mucho? - Pregunté - aún no he cenado y tengo un poco de hambre. 
- Es eso te pareces al de tu lado - comentó Nicole. 
- Nadie te lo ha preguntado aún, ¿Cómo es que has venido a vivir aquí? - me cuestionó Niall al darse por aludido. 
- Por el trabajo de mis padres, yo quería quedarme en España y terminar los estudios pero no fue posible. 
- ¿Y qué estudias?
- Bueno, estudio diseño, de ropa y eso. Y también hacia de entrenadora de natación los fines de semana para ganar un poco de dinero y me saqué el título de socorrista hace unos meses. 
- Que chulo - me contestó Niall - nosotros nos dedicamos a la música. 
- Lo sé, sois One Direction.
- ¿Eres Directioner?- preguntó sorprendido. 
- Sí. 
- Uau, y, o sea, ¿cómo puedes estar así tan tranquila sin tirarte encima nuestro para violarnos mientras chillas? 
Me dio un ataque de risa por la forma en cómo me lo había dicho y, cuando un par de minutos después se me pasó, pude responder. 
- Porque se controlarme, sois personas como yo, igual que a mí no me gustaría que me lo hicieran, no voy a hacéroslo a vosotros. Mi principal regla es, respeta y serás respetada. No creo que sea necesario chillar y abalanzarme encima vuestro, lo único que conseguiría es hacer que os cansarais de mí y eso es algo que no quiero por nada del mundo, no porqué seáis famosos, porque me habéis caído bien. 
Acto seguido Niall se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla. 
- Gracias por entendernos - dijo sonrojándose y volviendo a su sitio. 
- No me las des - le sonreí acercándome para devolverle el beso- ¿puedo darte un beso en la mejilla? - le pregunté temiendo que me tomara por todo lo contrario que pensaba y que había dicho momentos antes. 
- Claro que puedes, no tienes que preguntar. Somos amigos ¿no?
- Por supuesto- le respondí dándole el beso.

- Ya hemos llegado- anunció Louis rato después mirándonos por el retrovisor a mí y a Niall que hablábamos animadamente. Miré por la ventana, efectivamente, estaba en casa, y se me había hecho corto el trayecto a la vez que entretenido. Hablar con Niall era genial, me escuchaba atentamente sin cortarme y luego yo hacía lo mismo. 
Abrí la puerta, Chispa salió por encima de mí corriendo hacia casa poniéndose a brincar y ladrar en la puerta para después rodear la casa e irse al jardín. Yo salí y me despedí de ellos. 
Me dirigí a la puerta cuando sentí a alguien tras de mí, me volteé y vi a Niall. 
- ¿Mañana tienes algo que hacer?- me preguntó. 
- Por la mañana tengo que ir a la universidad a hablar con la directora, y por la tarde iba a ir a algunas piscinas a dar mi currículum para ver si me dan trabajo como entrenadora o socorrista. 
- ¿Quieres que quedemos y te acompaño a algunos de los gimnasios que hay por ahí?
- Por mi perfecto, la verdad es que no sé por dónde empezar a buscar. 
- Espera, dame tu móvil y te doy el mío y me dices a qué hora te va bien. 
Intercambiamos números y después nos despedimos con dos besos. Se dirigió al coche donde estaba Louis charlando con Nicole quien, al ver que Niall llegaba, se despidió y se dirigió a la casa enfrente la mía. 
Volví a girarme hacia la puerta cuando esta se abrió, allí estaba mi hermano Fran. Y la sonrisa que tenía en la cara no me gustaba ni un pelo. 
- ¿Quién era ese, tu novio?
- No, claro que no, es un amigo. 
- Ya, seguro. 
- Que sí, que le acabo de conocer, solo somos amigos. 
- De momento...- susurró antes de que le diera una colleja. 
- Anda deja de decir bobadas y déjame pasar. ¿Está mamá muy cabreada?
- Un poco, pero cuando le digas que tienes novio se le pasará, se pondrá feliz de la emoción
- Pero que no...
- ¿Ah ya has llegado Irene?- me dijo mi padre apareciendo por la puerta del salón. 
- Si papá, me han llevado unos amigos en coche. 
- Me alegro que ya hayas hecho amigos- dijo mi madre apareciendo detrás de mi padre. No parecía enfadada por suerte - La próxima vez, si te pierdes avísanos antes. Estábamos preocupados- me dijo abrazándome. 
- No te preocupes mamá, lo haré. ¿Habéis cenado ya?
- Tu hermano sí, que se moría de hambre, tu madre y yo te estábamos esperando. 
- Huele bien- comenté oliendo a macarrones mientras entrábamos al salón-comedor. Mi hermano se tumbó en el sofá a ver la tele mientras yo y mis padres comíamos.
Al terminar de cenar ayudé junto con Fran a sacar los platos de la mesa y me fui a mi habitación. Me gustaba como había quedado. No podía quejarme. 
Me tumbé en la cama y busqué el iPod en la mochila que había dejado en los pies de esta. Iba a ponerme a escuchar música cuando alguien llamó a la puerta. 
- ¿Que quieres pesado?- dije al ver a mi hermano. 
- Desearle buenas noches a mi hermana favorita
- ¿Que quieres?- repetí al notar cierto tono de burla en sus palabras. 
- Pues eso, y decirte que te he traído el móvil que lo habías dejado en el salón. Y preguntarte quien es ese tal Niall, es el de antes ¿verdad?, el rubio ese. 
- Si es él, porqué. 
- Es uno de esos de One Direction ¿no?
- Si, es el irlandés. 
- Yupi voy a tener una hermana famosa. 
- Fran, ¿a qué viene todo esto?
- A que te ha enviado un mensaje- me levanté de golpe de la cama para arrebatarle el móvil de las manos. Levantó el móvil en alto y como yo a pesar de ser mayor era más bajita no llegaba a alcanzarlo. 
- ¡Fran! Dame el móvil ya. 
Lo bajó y se puso a leer mientras dábamos vueltas intentado por mi parte coger el móvil, por la suya, que eso no sucediera. 
- Ei pececillo que te parece quedar mañana sobre las cuatro, paso a buscarte con el coche por tu casa y vamos a lo que hemos quedado. Que duermas bien y descansa que mañana te espera un día atareado - leyó Fran haciendo el tonto- Oh, qué bonito ya tienes mote y todo. ¿Y qué pensáis ir a hacer? Eh pillina que te conozco… ¡Pero espera!- dijo alarmado y divertido a su vez- hace dos años que no tienes novio, no se te habrá olvidado como besar ¿verdad? Puedo darte unas clases por 25€ y es poco eh que las practicas no molan demasiado.
- ¡FRANCISCO! dame el puto móvil ya y vete a la mierda.
- Tú te lo pierdes, según dicen las chicas, beso bien. Toma tu móvil, ya he cotilleado suficiente. 
Me dio el móvil y se fue. Demasiado fácil había sido. 
- Y que sepas que aquí los euros no te servirían de mucho- le dije sacando la cabeza por la puerta que daba al pasillo por el que él se alejaba
- ¡Anda calla! Y buenas noches "pececillo"- me respondió  girándose hacia mi antes de entrar a su habitación mientras se reía a carcajadas. Un día de estos lo mataba. 

Me tumbé en la cama y leí el Whatsapp de Niall varias veces antes de acordarme que tenía que responderle. 
"Por mi perfecto. Aquí te espero. Buenas noches irlandés :)"

Dejé el móvil en la mesilla, puse Take Me Home en aleatorio y quedé dormida escuchando sus voces. Aun sin poder creer que les había conocido. Y que al día siguiente iba a pasar una tarde de sueño con uno de ellos.



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Hola, soy yo, @LiaLouHaZaNia y aquí os dejo el segundo capitulo. Espero que os haya gustado mucho este capitulo. Es un poco más corto que el anterior, todos serán mas o menos así para no hacerse muy pesados. A parte deciros también que me alegro mucho de haber llegado a las 300 visitas al segundo capitulo y que si os gusta y queréis que os avise cuando suba, me lo podéis decir en los comentarios, Twitter, Ttuenti, Ask o Facebook (Todos arriba en el apartado de CONTACTO). Y creo que no tengo nada más que decir... Bueno, si, ha habido gente, que en el otro capitulo me dijo que se había hecho un poco de lío con el cambio de narrador. Cada vez que ponga algo así como ~~~~~~♫♪~~~~~~ es que va a cambiar el narrador, normalmente pasará de Irene a Nicole, aun que puede que más tarde sea otra persona, tranquilos que si eso pasa, se entenderá enseguida quién es. Espero vuestros comentarios por cualquiera de las cinco vías mencionadas anteriormente y deciros, ahora si que me callo ya, los capítulos lo subiré normalmente CADA martes, aun que quizás alguna semana esté de buenas y tengáis dos por semana. Repito que si queréis que os avise solo tenéis que decírmelo :) Besos


Y hoy toca una foto de Chispa: 


miércoles, 17 de abril de 2013

Capítulo 1


Me desperté temprano, hoy tocaba sesión de fotos. Fui al baño y me lavé la cara. Luego me dirigí a la habitación de mi hermano. Las paredes eran de color verde claro y los muebles de diferentes tonalidades del mismo color.
- Sonny, venga va despierta, que hoy son las fotos para la gira de invierno. 
- Aix calla pesada, ahora voy. 
- Pesado tu, que el que llegará tarde serás tú, no yo. Pero la que se cabreará si lo haces si seré yo y la próxima vez no te despertaré de buenas, que por mucho que sea tu hermana es mi trabajo y la que hace las fotos soy yo, así que espabila. 
Abrí la persiana y la ventana de su habitación haciendo que entrara tanto la luz como el aire frío de invierno. 
- Enana yo te mato, esta me las pagarás - me gritó Sonny levantándose mientras yo salía corriendo de allí y me encerraba en el baño para ducharme. 

Me miré en el espejo mientras iba dejando la ropa sobre un armario. 
Físicamente era casi igual que mi hermano, rubia de ojos azules. Pero ahí terminaba lo parecido, yo era tres años menor que él que tenia veintidós, aun que mucho más responsable, un poco más bajita, de pelo rizado y más guapa que él, bueno quizás eso último no cuenta, cada uno tiene un punto de vista diferente.
Me metí en la ducha y seguí pensando. 
Trabajaba como fotógrafa, y era la fotógrafa personal del grupo en el cual mi hermano era el batería y cantante. A parte de eso, les solía ayudar a componer canciones y a veces en los ensayos hacía de suplente si alguno de los tres faltaba, pero nunca había actuado en ningún concierto. Siempre estaba abajo, en el espacio antes del público, con la cámara en alto y el flash encendiéndose y apagándose a una velocidad vertiginosa. 
Les acompañaba por todo el mundo, todas las giras y conciertos, tanto de soporte como de segundo manager.
Y bueno, yo y mi hermano, en realidad nos llevábamos bien, es simplemente que me mosquea que, como soy su hermana, tengo todo el tiempo que el señorito pida para hacer las fotos. Y no quiere entender que debe separar lo familiar con el trabajo, pero me cuida bien, y sé que puedo contar con él para lo que sea. 
Salí de la ducha, me vestí y fui a desayunar. Sonny estaba allí desayunando y ya vestido. 
Fui a mi habitación a coger lo último que necesitaba, el bolso y el móvil que estaba en la mesilla de noche y al cogerlo, el cable del cargador hizo que tirara al suelo una foto que tenía ahí, la recogí, por suerte no se había roto pensé. 
En esa aparecíamos yo, mi hermano y los otros dos, Sam, cantante y guitarrista y su hermano, Jack, bajista y cantante, formando así un grupo de dos hermanos y otros dos. 

Sonny y yo vivíamos en una casa a las afueras de Londres. Así que tuvimos que desplazarnos en coche hasta el estudio, pero antes fuimos a recoger a los otros dos chicos, ambos rubios, Jack de ojos azules y Sam de ojos verde azulados.

Cuando llegamos, ellos tres se dirigieron a la sección de vestuario y maquillaje mientras yo y el equipo preparábamos las cámaras, la iluminación, el fondo, etc.

Estuvimos bastantes horas ahí haciendo fotos, ordenando que pararan quietos, cosa bastante difícil, jugando a cartas y a juegos con el móvil en los descansos y así, entre risas y más risas terminamos el trabajo, guardamos y recogimos todo mientras los chicos se cambiaban y luego fuimos los cuatro a comer a mi restaurante preferido, Nando's. 

Y por lo que sé ahí estaban ellos, mis ídolos, mi grupo de música favorito y entre ellos, uno de mis mejores amigos, Louis, nos conocíamos desde pequeños pues él y mi hermano eran amigos en la escuela. Los dos grupos, quizás no eran muy, muy amigos de quedar todos y eso, pero la pasión por la música les unía bastante. 
Después de saludarles decidimos acoplar unas mesas más a donde ellos cinco estaban y comer juntos. 
- ¿Y cómo estás ricitos de oro? - me preguntó Louis.
- Pues bueno cansada, que venimos de trabajar. 
- Nicole acéptalo - me dijo Harry - la única que has trabajado eres tú. 
- Sabemos por experiencia propia que una sesión de fotos termina no siendo seria - dijo Zayn. 
- Exacto - afirmó Jack haciendo que todos rieran.  
- Bueno chicos, tiene su parte responsable - me defendió Liam - también es parte de nuestro trabajo, tiene su parte divertida, pero también hay que ser responsables por respeto a su trabajo.
- Gracias Li - le dije dándole un beso en la mejilla. 
- De nada ricitos. 
- Yo sé de alguien que está celoso - dije medio cantando mirando y sonriendo a Harry. 
- Harry sabes que eres mi ricitos preferido y que te quiero igual - le dijo Louis abrazándole - aun que a ti también ricitos de oro - me susurró dándome un beso en la mejilla pues estaba a su otro lado, yo sonreí y le di otro beso.

Louis era alguien muy especial para mí, había estado tanto en los buenos como en los malos momentos y me había apoyado en todo, aun que fueran locuras, solo por hacerme feliz como pudiera, sacándome una sonrisa en los momentos de depresión, él siempre tenía un momento para mí ya fuera para aconsejarme, tranquilizarme por el estrés o simplemente estando ahí. Un simple abrazo, no hacían falta palabras, el me transmitía la calma y la felicidad que mi mente pesimista necesitaba.

Terminamos de comer entre conversación y conversación hasta que al final, nos tuvimos que despedir.
Jack se acercó a mí y me cogió de la mano mientras yo me despedía de Liam dándole dos besos. Me pareció ver que el castaño bajaba la mirada y se entristecía al ver al ojiazul cogerme de la mano, pero acto seguido me sonrió con su preciosa sonrisa y no le di importancia, después se fue junto a los otros cuatro hacia el coche. 

Jack y yo, solo éramos muy amigos, tanto, que a veces, por lo que hacíamos y nos decíamos, parecíamos pareja. Y de tal forma lo parecíamos que según los managers de los rubios teníamos que confirmarlo, para ganar audiencia o algo así me dijeron en su momento. Me negué rotundamente al principio, no quería mentir de esa forma a las fans de la banda, igual que no me gustaría que me lo hicieran a mí. Así que empecé a distanciarme un poco de Jack para que los paparazis nos dejaran un poco en paz. Pero no podía, el cariño que sentía por él era demasiado grande, y no podía renunciar a hacer nuestras tonterías y pasar el tiempo juntos como mejores amigos por un simple lío falso. Hasta que me amenazaron en dejar de cobrar por mi trabajo e incluso cuando me negué ante eso, me dijeron que dejaría de ser la secretaria y fotógrafa de los chicos y que no podría ir más a giras ni conciertos ni nada, es decir, me echaban. Tuve que aceptar. Pero yo nunca dije ni confirmé que éramos pareja. 
Además, mi cabeza siempre solía estar pensando en dos chicos, ambos castaños, mi segundo mejor amigo, Louis, con el cual pasaba grandes momentos a su lado, y Liam. Sin poder evitarlo suspiré. 
- Hermanita ¿por quién suspiras? - me dijo Sonny dándome un codazo con una sonrisa pícara en la cara. 
- No suspiro. 
- Nico, si lo haces - le apoyó Sam 
- Oh venga ya, que no suspiro por nadie. 
- Cariño, has suspirado mientras tenías una sonrisa de tonta en la cara y la mirada perdida - me dijo Jack a la oreja. 
- Suspiraba por ti tonto - le mentí. 
- Ya, ojalá - dijo el ojiazul tristemente, aun que no presté mucha atención.
Subimos al coche y me puse a conducir hacia casa.
Llegamos, fui a mi habitación y me puse un chándal para estar cómoda. Cuando volví a bajar Sonny estaba haciendo palomitas y Sam y Jack estaban en el sofá discutiendo que película ver. 
- Nico, ven - me dijo Jack. 
- Dime. 
- ¿Cual vemos, Rec o Paranormal Activity?
- Si tengo que decidir yo, ninguna de las dos. 
- Venga ya - se quejó Sam - tu eres una miedica, no nos sirves. ¡Sonny! - gritó, unos segundos después el aludido sacó la cabeza por la puerta de la cocina - ¿Rec o Paranormal activity?
- La primera. 
- Perfecto - dijo Jack - ¿ya están las palomitas?
- Si, ahora las traigo. 
- Yo no me siento en una punta - dije poniéndome entre los dos haciendo que ambos se rieran de mi.
Mi hermano trajo dos cuencos de palomitas, uno lo pusimos entre yo y Jack y los otros dos se quedaron el restante. 
Le dieron al play y muy a mi pesar, y las pocas ganas que tenía, película empezó, cogimos una manta y la pasamos por encima de los cuatro.
Cuando se acabaron las palomitas, Jack pasó su brazo por mis hombros acercándome a él y me empezó a acariciar el pelo. En un momento me asusté y me abracé al rubio que empezó a reírse, luego me dio un beso en la frente. 
- Parejita, a hacer vuestras cosas al cuarto - dijo Sam burlándose. 
- Nosotros queremos ver la peli - añadió Sonny 
- Callaos - les dije mosqueada. Me separé de Jack bruscamente. Entre nosotros no había nada más que amistad, aun que para la prensa no fuera eso. Y esos dos siempre se metían con nosotros.
Y, abrazada a uno de mis mejores amigos, no me sentía rara, pero si hacían esos comentarios, era extraño y empezaba a sentirme un poco incomoda de esa forma. 
Me moví hacia el otro lado y apoyé mi cabeza en el hombro de Sam. Este giró la cabeza, me miró y sonrió. 
- Jack, haber si controlas a tu novia eh. Que mírala te abandona para venirse conmigo. 
- Ya vale chicos, dejadla en paz, pobrecita - me defendió Jack. 
- Oix que mono, la defiende y todo - se burló mi hermano. 
- ¿Podéis callar y dejarme en paz?, intento ver la peli. 
- Nico, ¿pero no habías dicho que no querías verla? 
- Jack, así no me ayudas. 
- Ups, lo siento. 
Los cuatro nos pusimos a reír, hasta que alguien llamó a la puerta. Pegué un salto del susto y me tapé inconscientemente con la manta. Haciendo que los tres rubios estallaran a carcajadas. 
Creo que fue Sonny quien se levantó a abrir, le oí volver seguido por unos pasos de más. 
- Manta, es para ti - me dijo. Saqué lentamente la cabeza de debajo de la manta para encontrarme a un chico castaño que me miraba intentando contener la risa. 
- ¡Hola! - me dijo cuando ya me hube destapado. Me sonrojé a más no poder. Y le devolví el saludo - Te habías dejado esto en el restaurante - me tendió mi monedero - tenemos confianza con el dueño y como sabía que habías estado con nosotros nos lo ha traído y bueno, he venido a traértelo. 
- Gracias Liam - me levanté y le di dos besos. 
- No lo estabas pasando muy bien por lo que veo - añadió recordándome tapada y mirando la televisión en la cual estaba la película a la cual no habíamos dado al pause - ¿quieres que vayamos a dar un paseo y cuando se termine ya vuelves?
- Por mi perfecto, diez minutos - me levanté fui a mi habitación me vestí y volví a bajar. 
Los chicos charlaban animadamente en el sofá. 
- ¿Vamos Li?
- Vamos. Bueno chicos, hasta luego - se despidió, los tres se volvieron a sentar en el sofá, tiraron hacia atrás el trozo que se habían perdido y siguieron viendo la película. 
Salimos fuera, y el viento hizo que mi pelo se pusiera por mi cara. Hacía frío, era invierno, pero no había nevado todavía. Y yo estaba ansiosa por que eso pasara.
Liam pasó un brazo por mis hombros mientras empezábamos a andar y me atrajo hacia sí difundiendo su calor y pudiendo así oler su aroma. 
- ¿Quieres que vayamos a casa? - me preguntó al verme temblar. 
- Si no es mucha molestia si, hace demasiado frío en la calle. 
- Aun que están los chicos allí. 
- Bueno, no importa. Será mejor que ver una peli de miedo mientras tienes a dos pesados molestando. 
- ¿Sonny y Sam os hacen la vida imposible? - preguntó con un tono no muy alegre. Liam tampoco sabía que la relación entre yo y Jack no era cierta, solo lo sabían los managers, nosotros cuatro y Louis, a él fue al único que me permitieron contárselo, al fin y al cabo, era mi mejor amigo, y en ese momento no tenía a Jack pues él también estaba involucrado en eso. 
- Un poco, son muy pesados a veces. 
- Bueno, aligeremos el paso y llegaremos antes. 

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Mi primer día en la universidad sería en nada, estaba asustada. No iba a conocer a nadie. Tener que trasladarme había sido lo peor que me podía haber pasado. Dejar a mis amigas, la casa, toda mi vida se había quedado en Castellón. 
Me senté en la cama de la cual iba a ser mi nueva habitación. Era una cama amplia, de matrimonio. En el techo, colgaba una lámpara de araña; las paredes, estaban pintadas de color lila pastel; en el suelo, moqueta; había un gran armario que ocupaba casi toda una pared y un escritorio bajo una gran ventana con vistas al jardín. Quizás eso era lo mejor.
Empecé a desempacar maletas y a llenar el armario. Puse el portátil en el escritorio y lo dejé cargando.
Una hora más tarde, después de hacer la cama, colocar las fotos, pósteres y todo en su sitio, me senté en la silla giratoria y fui dando vueltas lentamente mirando el resultado. 
Un cuadro en blanco y negro con una Vespa roja colgaba encima del cabezal de la cama. En la mesilla de noche, una foto de nosotras, tres amigas que íbamos a ser inseparables. 
Pero todo había cambiado, yo me había ido, y desde hacía ya tiempo, desde que supieron que me iría, su amistad se estrechaba poco a poco mientras a mi me iban distanciando. 
Íbamos a empezar la universidad, pero yo separada de ellas, conocerían a gente nueva e iban a terminar, quizás no olvidándome, pero sí que dejaríamos de hablar, ellas por mucho que no conocieran a alguien para sustituirme se tenían la una a la otra. Yo, tenía que empezar de cero en una ciudad desconocida y hablando una lengua, quizás no desconocida, pues el inglés se me daba bien, pero no tan fluido como el español. 
Miré por la ventana, era ya oscuro. Decidí bajar a preguntar si podía ayudar en algo cuando me crucé con Chispa, mi perrita, un Cocker Spaniel Inglés color canela. 
Le acaricié la cabeza y seguí mi camino con ella detrás. 
- Mamá, ¿puedo ayudar en algo?
- Ayuda a tu padre a montar la cama y luego saca a la perra a que le dé el aire. 
- De acuerdo - dejé a mi madre en la cocina y subí a ayudar a mi padre con las maletas y la cama. - Papa, dice mamá que te ayude - avisé antes de entrar en la habitación - Ah, estás tú Fran - exclamé al ver a mi hermano. Un año más pequeño que yo, dieciocho años, castaño como yo y de ojos color chocolate igual que los míos con algunas pecas en la cara, esa era nuestra principal característica de familia, heredado de mi madre. 
- Si, Iri, ¿has terminado ya con la tuya? - me preguntó. 
- Si, ahora voy a sacar a pasear a Chispa. 
- De acuerdo - dijo mi padre - ve a explorar el barrio. Hasta que no esté todo no cenaremos así que tienes tiempo para deambular por ahí, pero abrígate, hace frío. 
- Vale. Hasta luego. 
Cogí la chaqueta y la bufanda del perchero, el móvil, las llaves y la correa, fui a avisar a mi madre de que me iba, até a Chispa y salí a la calle.
El frío de invierno hizo que me estremeciera, pero era agradable en su parte, te hacía sentir libre y se llevaba todas las preocupaciones. Fui alejándome de casa con Chispa que iba feliz por las calles casi desérticas.


No sé cuánto tiempo pasó, cuánto tiempo estuve paseando, pero se estaba tan bien fuera... Que cuando quise darme cuenta, ya era demasiado tarde, no sabía dónde estaba ni como volver. 
Estaba perdida entre las frías y oscuras calles de un invernal Londres desconocido. 
Chispa debió notar mi preocupación, porque se acercó a mí y empezó a acariciarme la pierna con el hocico. Me agaché y le acaricié el lomo. 
- No te preocupes, volveremos a casa, encontraremos a alguien que nos pueda indicar el camino - aun que a esas horas nadie había por la calle. 
Chispa empezó a tirar de mí, alzando las orejas, me levanté y seguí su dirección. Decidí soltarla y ella empezó a correr y correr. Tardé en reaccionar, pero cuando lo hice, me puse a correr detrás de ella.
Se iba alejando cada vez más de mí, giró a una esquina y se puso a ladrar. Seguí corriendo guiada por sus ladridos hasta que la vi. Estaba saltando alrededor de una pareja y ladrando a más no poder. Me acerqué sin dejar de correr, no era agresiva, pero podía molestar a la gente. 
- Chispa, ven aquí - le grité - lo siento - me disculpé al chico y la chica. 
- No te preocupes - me respondió la chica - es muy bonita - añadió agachándose a acariciarla. 
- ¿Cómo es que la llevabas desatada? - me preguntó el chico.
Su voz me sonaba de algo, se que lo había oído en alguna parte, pero estaba en esos momentos bastante aturdida y tampoco le veía la cara pues estábamos parados alejados de una farola. 
- Es que nos hemos perdido y buscábamos a alguien que nos pudiera guiar. 
- ¿Dónde vives? - me preguntó de nuevo el chico. ¿Dónde había escuchado su voz antes? Le di la dirección, no tuvo que pensar mucho y al instante me respondió - Eso está lejos - comentó. 
- ¿Eres la nueva inquilina de la casa de los señores Smith?
- No sé si era de ellos la casa, pero supongo que sí.
- Entonces somos vecinas - gritó ella entusiasmada. 
- Anda, genial - no sabía que decir, era un poco embarazoso.
- Nosotros íbamos a una casa que está aquí al lado, y luego yo vuelvo a casa, si quieres esperarte, te acompaño luego. Solo voy a saludar a unos amigos, se ha hecho ya muy tarde Liam - Liam, ese nombre en mi cabeza sacó todas las dudas que podía tener. 
- Si, no deberíamos haber parado en esa cafetería. - Comentó él a la chica - Bueno, ¿quieres venir?, será solo un momento. - no respondí, estaba en shock. ¿Ese era Liam? ¿Liam James Payne? Si, era él seguro, su voz era inconfundible. - ¿Te encuentras bien? Tranquila que volverás a casa. - me intentó calmar, aun que ese no era el motivo de mi silencio. 
- Eres Liam Payne. - susurré. 
- Si, ese soy yo, encantado. Por cierto, ¿cuál es tu nombre?
- Irene, Iri para los amigos. 
- Uf Liam, has tenido suerte, que no se ha puesto a chillar - bromeó su amiga - Encantada, soy Nicole, o Nico para los amigos - Le sonreí. Empezaba a pensar en que quizás no todo iba a ser tan malo como me imaginaba.

Mi móvil empezó a sonar con Live While We're Young. Respondí, antes de que mi tímpano casi estallara por la respuesta que obtuve.


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Hola, soy @LiaLouHaZaNia y aquí os dejo el primer capítulo. Puede que se haya hecho un poco largo pero lo siguientes no os quitarán tanto tiempo. Espero que os haya gustado y que queráis leer más jajaja Si es así y queréis que os avise cuando suba los capítulos solo tenéis que decírmelo ya sea por Twitter, Tuenti, Facebook, Ask (está mas arriba a la izquierda) o si queréis hacerlo más fácil, arriba a la derecha hay un sitio donde pone "Seguir la novela por e-mail" Introducís vuestro correo electrónico  le dais a confirmar y después os envían un correo de confirmación, lo aceptáis y cada vez que publique un nuevo capitulo se os avisará instantáneamente. Y creo que nada más que decir, si os apetece comentar, por cualquiera de las redes mencionadas anteriormente, os respondré con mucho gusto.


Y aquí una foto del cuadro de la habitación de Irene: