En el capítulo anterior...
- Mira este vídeo
y dime que tú no tienes nada que ver- dijo Lara. Me enviaron un enlace y lo
abrí.
Estaban ellas en
el concierto. Se oía a las Directioners gritar, saltar y cantar. Los chicos
cantaban Live While We're Young hasta que la canción acabó. Entonces uno de los
chicos se adelantó en el escenario. No supe distinguir demasiado quien era, la
cámara estaba lejos y no muy bien enfocada además de oscura. Hasta que un foco
le iluminó y pude ver su pelo rubio.
Se aceró al borde
del escenario y señaló hacia el público de un lado a otro.
- Sé que por el
público- empezó a decir- hay dos chicas, Sandra y Lara. Solamente, deciros que
aun que ella no os lo vaya a decir, está dolida.
- Y os echa de
menos- añadió Zayn.
- Lara, Sandra-
siguió Harry- ¿de verdad vais a dejar que vuestra amistad se vaya al garete de
esta forma?
- Irene os echa
de menos- dijo Louis.
- Y no lo ha
pasado ni lo está pasando bien con el cambio- añadió Liam finalizando- así que
por favor, nosotros os lo pedimos, no la abandonéis.
Y el vídeo
continuó empezando los chicos a cantar otra canción, pero las lágrimas que
caían por mis mejillas me impedían seguir viéndolo.
Esos chicos eran
los mejores, sin duda.
- ¿Irene? ¿Estás
bien?
- ¿Eh? Si, si,
solo que nunca pensé que los chicos harían esto por mi- dije entre
lágrimas.
- Si quieres
hablamos más tarde.
- Si, por favor,
luego hablamos. Voy a llamarles.
Cerré Skype y fui
a coger el móvil para llamar a los chicos. Pero no respondieron. Miré el reloj,
todavía estaban en el concierto de Madrid. Ya llamaría más tarde o
mañana.
No volví a hablar
con Sandra y Lara, estaba demasiado cansada y me fui a dormir.
Me despertó mi
móvil sonando. Lo cogí sin mirar quién era y respondí.
- Buenos días
española.
- Hola
Mike.
- ¿Estás bien?
- Si, solo que me
acabas de despertar.
- Jajajaja lo
siento. Era por si querías venir con nosotros a la playa. Nos vamos ya y hay un
buen rato. Si vienes te pasamos a coger en un momento con el coche y nos
vamos.
- Me encantaría
Mike, pero en una hora tengo que ir a trabajar.
- Bueno, pues
otro día será. Que lo pases bien española.
-
Divertiros.
En parte que me
hubiera llamado había sido bueno, la alarma no me había sonado y a las nueve tenía
que estar en la piscina. Me vestí corriendo y bajé a desayunar. Mis padres y mi
hermano todavía dormían, era sábado y pudiendo dormir más, quien no iba a
aprovecharlo.
Salí de casa y
cogí el bus hasta la piscina. Saludé a la directora y fui al vestuario a
cambiarme, me puse la equipación del club y salí a mi puesto de trabajo, estuve
hablando con Daniel, el chico que hacía de socorrista por las mañanas el resto
de los días.
- Daniel, ¿qué
haces por aquí si hoy no te toca trabajar?
- He venido a
nadar un rato. Y a comprobar tu eficacia como socorrista.
- Pues no hay
nadie de momento así que...
- Siempre viene
alguien los sábados, ya verás. Yo me voy a dar un chapuzón.
- Pues
diviértete- se sacó las chanclas y se lanzó al agua empezando a nadar de un
lado a otro. Daniel tenía veinte años y era rubio de ojos azules. Él se había encargado
de mostrarme el resto de las instalaciones del gimnasio el primer día. Y se
había quedado conmigo en mi primera jornada como socorrista. Además era el que
estaba como socorrista mientras yo entrenaba a mis chicos y después yo le
suplantaba la última hora.
Empezó a llegar
gente, madres con sus hijos, deportistas, gente que venía a simplemente pasar
el rato. Las personas entraban y salían. Hasta que sobre la una se empezó a
vaciar del todo y solo quedó Dani nadando. Era ya hora de cerrar y él iba absorto
en las piscinas así que no me escuchaba. Me acerqué al borde del carril donde
él nadaba y le llamé mientras se acercaba a mí nadando crol. Hizo el viraje sin
enterarse empapándome entera y siguió a lo suyo.
- Irene, hay que
ir cerrando ya- me avisó la directora desde la puerta.
- Lo sé, ahora
aviso a Dani- dije girándome hacia ella.
- Pues te va a
costar, cuando se mete en la piscina no se entera de nada.
- ¿Y qué hago?
Mira como me ha dejado de mojada.
- Tírate y
párale- respondió riéndose de mí.
Y eso tuve que
hacer, me tiré al agua y fui hasta él, le conseguí coger de un pie y le
hundí.
- Eh, ¿qué haces?
- Que hay que
cerrar, que no te enteras.
- No hacía falta
hundirme- y acto seguido me hundió él a mí.
- Esta me las
pagarás- y se puso a nadar huyendo de mí. Que empecé a nadar todo lo rápido que
pude.
- Vamos a hacer
una carrera venga.- me dijo saliendo del agua y situándose en uno de los sitios
de salida. Salí y me situé en el de al lado.- A la de tres. Uno, dos y ¡Tres!
Ya acababa mi
hora como socorrista, era martes y los chicos hacia una hora que habían
terminado de entrenar y yo me había quedado durante la hora de trabajo que me
quedaba. A esa hora ya no había nadie en la piscina. Saqué mi camiseta y los
pantalones y los dejé junto a las chanclas en una silla. Me situé al borde de
la piscina y me lancé. Hacía demasiado que no hacía piscinas sin
respirar.
Entré en contacto
con el agua, no era excesivamente fría. Fui descendiendo hasta casi rozar el
suelo, me impulsé hacia delante abriendo los ojos viendo a través de las gafas.
Todo vacío la enorme piscina para mi. Sentía el agua deslizarse por mis
costados, me sentía libre mientras daba una y otra brazada impulsándome, junté
mis piernas y puse mis brazos hacia delante haciendo un movimiento de cadera
como si tuviera cola. Era una sensación única, era como si el tiempo se parase,
nada importaba en ese momento, estaba en mi medio. Estar bajo el agua era como
hacer el pez y a veces era lo que me sentía, sentir como el agua iba tomando
forma mientras avanzaba, como se amoldaba a mi cuerpo y me abría paso entre
ella.
Llegué a los
veinticinco metros, di una vuelta bajo el agua y volví a impulsarme con la
pared. Seguí deslizándome hasta que una opresión en el cuello me avisó de que
necesitaba oxigeno, así que tuve que salir del agua y coger una bocanada de
aire. Miré donde me encontraba, más o menos un cuarto de la piscina, treinta y un
metros aproximadamente. Se notaba que hacía ya mucho que no entrenaba, antes
llegaba a los cincuenta sin dificultad.
Volví a hundirme
y terminé el trozo que me quedaba. Cogí mis cosas y fui al vestuario a ducharme
y vestirme.
¡Mierda! Hoy
tenía la fiesta, mi fiesta. Me había olvidado de mi propia fiesta de
cumpleaños. Martes 28 de Mayo. Me di cuenta al ver el vestido ajustado que
había colgado horas antes en mi taquilla para que no se arrugara. Empecé a
secarme a conciencia si no quería irme desnuda. Me las tendría con el vestido,
si unos pantalones ya costaban, con un vestido iba a pasarme una
eternidad.
Suerte que ayer
al tener el día libre me había dado tiempo a depilarme porque si no hoy ya
sería el caos...
Conseguí ponerme
el vestido, era negro y blanco haciendo unos dibujos raros por delante y por
detrás era negro liso, palabra de honor, ajustado y por encima de las rodillas.
Me calcé los tacones negros que llevaba en la mochila y cogí el bolso que había
dentro de esta, traspasé las cosas, me maquillé un poco y guardé la mochila en
la taquilla, ya la cogería mañana, no era plan de ir así vestida y con una
mochila. Me puse la chaqueta tejana y el bolso y salí fuera.
- ¿Qué guapa vas
hoy no?- me giré y me encontré a Vicky sentada en una de la butacas de la
entrada del gimnasio.
- ¿Qué haces aquí
todavía Vic, como que no te has ido ya hacia casa?
- Esperando, a
que vengan a recogerme, hoy viene mi hermana de España le hacía ilusión venirme
a recoger, tenía que pasar por casa antes y coger el bus y eso así que se habrá
retrasado supongo. ¿Tú dónde vas?
- Es mi
cumpleaños y tengo una fiesta en casa.
- Fran no me ha
dicho nada, pues felicidades.
- Es Fran- nos
reímos- Y muchas gracias. ¿Quieres que me espere contigo?
- Si tienes prisa
vete.
- Espera un
momento que me llaman- cogí el teléfono y me alejé un poco de la chica- ¿Diga?
- ¿Estás aún en
el gimnasio?
- Si, ahora
salgo, ¿por?
- Espérate que
aquí estoy- y colgó. ¿Estaba aquí? ¿Cómo? Pero mis preguntas se resolvieron
rápidamente.- ¡Irene!- le oí detrás de mí.
- ¡Zayn!- grité
echando a correr intentando no caer con los zapatos. Mi corazón se aceleró, no
le esperaba. Me lancé y le abracé. Le había echado tanto de menos.
- ¡Felicidades
sirenita!
- Wow, ¿pero qué
haces aquí?
- Venirte a
buscar para llevarte a tu fiesta de cumpleaños.
- No me refería a
eso.
- Lo sé. Bueno,
¿vamos?
- Espérate un
momento- me dirigí hacia la chica pelirroja- ¿Va a tardar mucho tu hermana?
- Mira, ahí
llega- dijo señalando tras de mí. Me giré y vi a la chica que acababa de
entrar.
Rápidamente até
los apellidos, la historia, el físico... No era posible, no podía ser ella me
repetía dentro de mí una y otra vez. Esto era una pesadilla.
Nos quedamos
mirando fijamente, ninguna de las dos hablaba, por lo menos no
verbalmente.
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Y aquí está el capitulo 17, espero que verdad os haya gustado. Siento mucho no haber subido el viernes, se me pasó, pero... el siguiente sera bastaaaaaaante largo y van a empezarse a aclarar algunas cositas, así que quizás mañana lo subo, aunq ue no lo sé porque será el 18 y tengo escritos hasta el 20 y sería muy poquito margen y supongo que entonces no subiria tan seguido, así que tengo que pensar que haré. Espero vuestros comentarios como siempre.
Besos :)
¿Ya estamos otra vez con la intriga? Necesito despejar dudas pero a la de ya.
ResponderEliminarAwww los chicos han venido a su cumpleaños, ¿se puede ser más adorable? No, no lo creo. *-*
Creo que nada más por hoy, espero el siguiente con muuuuuchas ganas :)
P.D: He empezado a subir una fic (bueno, solo está la introducción) en este blog: http://betweenmeandyouourlittlesecret.blogspot.com.es/ por si te apetece pasarte.
Un beso <3
jajajaja ya estamos otra vez, pero tranqui en el siguiente ya se empieza a saber varias cosas :)
EliminarNo, yo tampoco creo que se pueda *.*
Lo subiré el miércoles, esta semana solo habrá uno seguramente.
PD: Oh guay, ahora me paso a mirar :)
Besos ♥