En el capítulo anterior...
Llegué a casa
cansado, ni tan solo saludé a los chicos, vi a Louis con Niall en brazos y
Harry le ayudaba. El rubio se había vuelto a quedar dormido por ahí, suerte que
no pesaba demasiado. Fui a mi habitación y me senté en la cama. Y allí estuve
durante un buen rato, reflexionando con las manos cubriéndome la cara. Hasta
que alguien llamó a la puerta. Levanté la cabeza sonriendo al instante y vi a
Harry.
- Venia a
desearte buenas noches. ¿No vas a cenar?
- Gracias Hazza,
pero no tengo hambre
- ¿Te pasa algo?-
me preguntó
- ¿Qué? No nada-
dije riéndome- ¿Por qué lo preguntas?- intenté parecer alegre. Pero en lugar de
darme una respuesta, formuló otra pregunta. Una pregunta inesperada.
- ¿Porqué sonríes
si no es una verdadera sonrisa?
Me quedé en
silencio, no sabía cómo responderle a eso, no tenía ganas de sonreír, pero
tampoco quería explicarle mis problemas y que se preocuparan por mí.
- Hay veces
Harry, que es más fácil sonreír que explicar porqué estás triste.
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Iba arriba y
abajo con papeles, llamadas, mirando y apuntando en mi agenda cada dos por
tres. La gira de Twenty Twenty empezaba en nada y tenía que terminar de
organizarlo todo. Hoteles, catering, recintos, entrevistas, firmas... Todo
tenía que ir a la perfección, no podía haber ningún fallo, y siempre había que
contar los posibles imprevistos de última hora. Yo no daba ya más me mí. Me
tiré al sofá después de colgar el teléfono. Necesitaba un descanso.
Aun podía sentir
en mis labios el suave tacto del beso con Liam. Pero ese beso... ¿Que había
significado? ¿Cuán diferente era de un beso con Jack? ¿Que sentía por Liam? ¿Y
por Jack?
En toda la mañana
no había pensado en eso, había estado demasiado ocupada.
Sonny y los chicos habían ido a una
entrevista para una revista. Irene estaba en
clase, Liam... Con él ahora no podía hablar. ¡Louis! Hacía demasiado que no
quedábamos los dos solos, podríamos ir de picnic. Descarté la idea al recordar
que todo estaba cubierto de nieve ahora. Pero había algo que siempre habíamos
querido probar...
Miré hacia fuera
el jardín, una capa de hielo de unos diez centímetros se había formado con el
poco agua que había en la vacía piscina. Me levanté de golpe a recoger el
móvil.
- Louis- saludé
cuando descolgó.
"Buenos días
Nico"
- Dime que tenéis
el día libre.
"Si. ¿Porqué
lo dices?"
- La piscina está
helada- di como explicación.
"¿Pretendes
que al fin probemos nuestro plan de cada año?"
- Exacto, ¿qué te
parece? Puedes quedarte a comer si quieres.
"¿A qué hora
quieres que esté allá?"
- Sabía que te
gustaría la idea. Cuando quieras.
"En una hora
estoy ahí"
- Genial. Hasta
luego.
"Adiós"
Había estado
dando vueltas por la casa mientras hablaba hasta llegar a una habitación donde
había de todo. Algunos esquís, una colchoneta, tablas de surf, una cama hinchable.
Un armario con la ropa de verano de Sonny y mía, y si mal no recordaba,
nuestros patines estaban a lo alto del armario. Cogí un taburete y subí.
Mantas, una almohada, una pelota de fútbol deshinchada. Y casi al fondo de
todo, mi par de patines y los de Sonny, a Louis seguro que le iban bien.
Los bajé al
jardín y me fui a duchar y vestir. Me puse ropa que abrigara y cogí un par de
guantes.
Louis llegó
cuando empezaba a hacer la comida. Comimos mirando la tele y charlando, no
quería comentarle nada de lo de ayer. No todavía.
Salimos al jardín
y fuimos a comprobar el estado de lo que sería nuestra pista de patinaje.
Bajamos por las escaleras de la piscina vacía. Eran un par de metros y medio de
profundidad solo. Y hacía unos diez metros de largo y unos cinco o seis de
ancho. Además había un trampolín que quiso poner Sonny en verano. El hielo era
bastante firme así que nos calzamos los patines y empezamos a
deslizarnos.
Al principio me
caí un par de veces, pero después recuperé la práctica.
Eso era genial, y
el invierno técnicamente empezaba, nos quedaba todo el resto para disfrutar de
esta perfecta pista. Teníamos diciembre, enero y febrero, quizás incluso marzo...
Entonces caí en
la cuenta de que no íbamos a estar aquí, que la gira empezaba. Que no volvería
a ver a Louis hasta mayo había dicho Liam.
Entonces empecé a
deslizarme hasta Louis y le abracé con todas mis fuerzas. Mañana se iba. Él
correspondió confuso a mi abrazo.
- Nico, debería
irme ya, quiero pasar por casa de Eleanor para despedirme- miré el reloj, eran
las cuatro y media. El tiempo había pasado volando.
- Sí, claro- me
senté en el suelo y empecé a sacarme los patines.
- Tengo la
sensación de que no me has llamado solo para patinar- dijo él cuando ya
estábamos en casa y él que era más alto que yo guardaba los patines en lo alto
del armario, seguramente hasta el año que viene.
Bajamos al sofá y
le conté antes de que se fuera lo que me pasaba.
- Ahora que
empiezan las giras, puedes intentar aclararte mejor- intentó explicarme- vas a
estar con Jack buena parte del tiempo. Mientras hemos estado aquí has estado
con Liam muchos días. Ahora trata de pasar el mismo tiempo con Jack y a partir
de ahí piensa con quien has estado mejor. Sería más fácil si te alejaras de
Jack, es decir si te quedaras aquí, igual de lejos de los dos, te darías cuenta
de a quien necesitas más. Pero eso es algo que no puedes hacer, así que lo
mejor que puedes hacer es lo otro.
- No será fácil,
pero se intentará.
- En temas de
amor nada es fácil.
- Bueno Lou,
gracias. Pero tú tenías que irte, no quiero entretenerte más.
- Si, se hará
tarde si no.
Fuimos hacia la
puerta y le di un fuerte abrazo.
- Voy a echarte
de menos.
- Yo también a ti
pequeña. Ya verás como todo acaba bien.
Me dio un beso en
la frente y nos separamos.
- Pásalo bien- le
deseé.
Louis se fue y
volví a quedarme sola. Enchufé el iPod al equipo de música y le di al
aleatorio.
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Ya era miércoles,
había pasado el día bastante ausente, incluso Ashley se había dado cuenta y eso
que solo nos conocíamos desde hacía unos días.
Ahora pasaba los
patios con ella y al medio día comía con Andie, Eve, Sarah y los chicos.
Me enteré de que
Ash había sido adelantada un curso y que además había nacido el último día del
año así que casi era dos años menor que toda la gente de nuestro curso.
Gracias a las
tonterías de mi hermano, me enteré también de que me había metido en el grupo
de los populares, de hecho, ellos me habían acogido. Nunca me había gustado
destacar, y ahora lo hacía. Pero con Charlie, Mike, Erik y las chicas me lo
pasaba bien. Aun así todas las clases las pasaba con Ashley y en el par que nos
dividíamos la clase, iba con Ándrea.
Hoy era mi primer
día de trabajo. Tenía que dar buena impresión, pero no sabía cómo
hacerlo.
Al salir había
ido corriendo a buscar un autobús y fui a casa de los chicos, necesitaba hablar
con él de lo que había pasado el otro día. Quería arreglarlo, pero llegué
tarde. Ya habían marchado.
Frustrada y
triste cogí otra vez el bus y me dirigí al gimnasio. Tenía clase de cinco a
siete. Y después tenía que ir rápido a casa que venían unos compañeros de
trabajo de mis padres a cenar. Genial. Mi día de tranquilo no tenía nada.
Por suerte el
equipo que me tocó eran todos muy simpáticos, alegres y obedientes. El chico más
pequeño era un niño de once años y los mayores eran un chico y una chica dos
años más pequeños que mi hermano, es decir tenían dieciséis, tres menos que
yo.
Por ser el primer
día que les entrenaba estuvimos buena parte del tiempo conociéndonos un poco, por
buena o mala suerte tenía que aprenderme diez nombres, no sabía si eso era
mucho o poco.
Fuimos a la
piscina y después de calentar les hice algunas pruebas para saber un poco los
tiempos y poder planificar los entrenos siguientes.
Primero quise
saber cómo iban de velocidad. Cogí el crono y les hice nadar una piscina entera
en el mínimo tiempo. Después pasamos a resistencia midiendo las pulsaciones
después de haber nadado durante diez minutos. Finalmente les hice unas pruebas
de apnea, cuánto tiempo podían aguantar bajo el agua.
Les dejé salir
diez minutos antes para poder hablar con ellos. Saber que les había parecido el
entreno y también que me dijeran que hacían con la anterior entrenadora. Tenía
que pedirle a la directora la dirección o el teléfono de Susan, la entrenadora,
para hablar sobre los entrenos y los objetivos, además de las
competiciones.
Fui a cambiarme y
me despedí de los chicos, definitivamente, eran un buen grupo, además se
entendían muy bien entre ellos.
Después de hablar
con la directora sobre mi primer día de trabajo, cogí el bus y me fui hacia
casa.
Mi sorpresa fue
al encontrarme a una de mis chicas en el comedor.
- Vicky- saludé a
la chica mayor del grupo.
- Irene, ¿vives
aquí?- preguntó con los ojos iluminados.
- Así que os
conocéis- dijo mi madre saliendo de la cocina con la que supuse que sería la
madre de la chica
- Es una de mis
chicas de natación.
- Así que tu eres
la nueva entrenadora- comentó el padre de Vicky que estaba en el sofá con mi
padre con unas botellas de cerveza en la mano- Vicky nos ha dicho que le
gustabas mucho. Que se lo han pasado muy bien hoy. Te felicito.
- Muchas
gracias. ¿Y Fran?-
pregunté.
- Está arriba-
respondió mi madre- chicas, ¿porqué no subís a buscarle?
- Ya vamos.
Subí con esa
chica pelirroja de ojos castaños hasta la habitación de mi hermano. Estaba en
una silla giratoria echado hacia atrás balanceándose sobre un par de ruedas.
Con los cascos puestos y los ojos cerrados.
- Vicky, ven,
vamos a gastarle una broma. Acércate mucho a su cara y después le das unos
golpecitos en el brazo. Yo estoy aquí grabando.
Ella hizo caso a
mis indicaciones divertida. Se acercó hasta que solo le separaba un palmo de la
cara de Fran, le di al botón de grabar del móvil y le hice una señal. Le dio
unos golpecitos al brazo de Fran y este abrió los ojos.
- ¡Hola!- le
gritó Vicky sin moverse de su posición.
- Aaah- gritó
Fran echándose rápidamente hacia atrás asustado haciendo él mismo caerse de la
silla. No llegó a cogerse del brazo de Vicky.
La pelirroja y yo
empezamos a reír a carcajadas hasta toser.
- ¿A parte de
molestar, que habéis venido?- preguntó Fran molesto.
- ¿No piensas
presentarte?- le recriminé.
- Yo no soy el
que ha venido de invitado. Que se presente ella.
- Que caballeroso
por tu parte. Soy Vicky, y podemos hablar en español si queréis.
- ¿Sabes hablar
español?- le pregunté sorprendida.
- Soy española,
al menos lo era. Vivíamos en Badajoz hasta hace dos años- nos explicó en
nuestro idioma.
Cuando me dijo
eso, la imagen de una chica parecida a ella me vino a la cabeza. Era imposible
que fuera ella. Ella tenía la misma edad que yo. Pero, ¿cómo se llamaba su
hermana? Vicky. No podía ser la misma. Claro que no, será que no existen
chicas con el nombre de Victoria en toda España. Solo podía ser una simple
coincidencia. Además, en ningún momento me dijo que se fuera a vivir a Londres.
Y si lo hubiera hecho, ¿no debería estar en mi casa ahora? Por eso no era la
misma.
Mi madre llamando
desde abajo me sacó de mis pensamientos. Después, se me olvidó preguntarle a
Vicky si tenía una hermana.
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Y aquí está el capitulo 14, es un poco más largo creo, siento no haber podido subir ayer pero me pasé la tarde estudiando y luego me fui a cantar, volví tarde y seguí estudiando, y ahora que he pillado un momentito lo subo. Espero que os haya gustado y bueno, ¿que pensáis que pasará con Vicky y su supuesta hermana? espero vuestros comentarios como siempre :)
Se os quiere. Besos.
Louis es jahbvfdhjvfgh, que mono, ahí, dando consejo *-*
ResponderEliminarEspero que realmente el tiempo de la gira sirva para que la pobre se aclare...
Lo de Vicky...no sé, me has dejado con la intriga, la verdad...
Espero el siguiente
Un beso <3
Lou... es que yo le veo ahí con su parte de hermano mayor ayudando y aconsejando y tal jajaja es top cuuquiii.
EliminarLa gira servirá, pero no solo a Liam y Nico, a todos en general.
Lo de Vicky... bueno, ya se verá :)
El siguiente seguramente lo subo el martes cuando haya terminado ya los exámenes :)
Un beso cielo